Emiten luz blanca, y en su desarrollo se usaron nanomateriales y tierras raras
Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), de México, han desarrollado una tecnología de iluminación de muy bajo consumo eléctrico y de alta eficiencia, que podría suponer un ahorro energético de hasta un 90% con respecto a una bombilla incandescente convencional con la misma capacidad de iluminación. Alphagalileo/T21.
Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), de México, han desarrollado una tecnología de iluminación de muy bajo consumo eléctrico y de alta eficiencia, que podría suponer un ahorro energético de hasta un 90% con respecto a una bombilla incandescente convencional con la misma capacidad de iluminación.
Para lograr este avance, los expertos, del departamento de Física del Cinvestav Unidad Zacatenco (en la Ciudad de México) se propusieron obtener materiales que permitieran convertir la luz de los LED´s o diodos emisores de luz azulada en emisores de luz blanca, mediante un mejor balance cromático de iluminación visible.
Según el director del proyecto, Ciro Falcony Guajardo, los LED´s emiten luz de alta eficiencia, pero en regiones muy estrechas del espectro cromático (infrarrojos, rojos, azules, violetas y ultravioletas). Como estas emisiones no permiten una iluminación ambiental apropiada al ojo humano, el reto fue sintetizar materiales que ampliasen el espectro de luz de tales dispositivos.
El secreto: los nanomateriales
Con esta finalidad, los científicos desarrollaron nanomateriales (a base de óxidos metálicos como el de aluminio e itrio), integrando centros luminiscentes con elementos conocidos como tierras raras.
Para lograr este avance, los expertos, del departamento de Física del Cinvestav Unidad Zacatenco (en la Ciudad de México) se propusieron obtener materiales que permitieran convertir la luz de los LED´s o diodos emisores de luz azulada en emisores de luz blanca, mediante un mejor balance cromático de iluminación visible.
Según el director del proyecto, Ciro Falcony Guajardo, los LED´s emiten luz de alta eficiencia, pero en regiones muy estrechas del espectro cromático (infrarrojos, rojos, azules, violetas y ultravioletas). Como estas emisiones no permiten una iluminación ambiental apropiada al ojo humano, el reto fue sintetizar materiales que ampliasen el espectro de luz de tales dispositivos.
El secreto: los nanomateriales
Con esta finalidad, los científicos desarrollaron nanomateriales (a base de óxidos metálicos como el de aluminio e itrio), integrando centros luminiscentes con elementos conocidos como tierras raras.
De esta forma, obtuvieron propiedades que permiten la combinación de los tres colores básicos que conforman la luz blanca (azul, rojo y verde).
Al ejemplificar el desarrollo, Falcony Guajardo refirió que el resultado sería el equivalente al fósforo de aspecto blanco que se emplea en las lámparas fluorescentes, denominadas “ahorradoras o de luz fría”, y que son colocadas en el interior del vidrio tubular usado en la lámpara.
El experto destacó que un solo LED tiene una eficiencia de 100 lumens (unidades de luz) por watt, en tanto que una bombilla incandescente eléctrica genera tan solo 11 lumens con la misma potencia. “Esto sucede porque la energía se transforma mayoritariamente en calor en el caso de la bombilla, provocando poca eficiencia en cuanto a la emisión de luz visible”, afirma el especialista.
La tecnología del Cinvestav supone una alta eficiencia y ahorro de energía, así como una disminución de efectos ecológicamente nocivos (como los derivados del uso de mercurio en las lámparas fluorescentes que actualmente se comercializan).
Ciro Falcony añade que, actualmente, ya existen dos patentes de la técnica en trámite, así como más de diez publicaciones sobre la investigación en revistas especializadas. “Aunque una lámpara comercial que integre esta tecnología aún no está consolidada, sin duda esa sería la conclusión óptima de la investigación”, concluye el científico.
Al ejemplificar el desarrollo, Falcony Guajardo refirió que el resultado sería el equivalente al fósforo de aspecto blanco que se emplea en las lámparas fluorescentes, denominadas “ahorradoras o de luz fría”, y que son colocadas en el interior del vidrio tubular usado en la lámpara.
El experto destacó que un solo LED tiene una eficiencia de 100 lumens (unidades de luz) por watt, en tanto que una bombilla incandescente eléctrica genera tan solo 11 lumens con la misma potencia. “Esto sucede porque la energía se transforma mayoritariamente en calor en el caso de la bombilla, provocando poca eficiencia en cuanto a la emisión de luz visible”, afirma el especialista.
La tecnología del Cinvestav supone una alta eficiencia y ahorro de energía, así como una disminución de efectos ecológicamente nocivos (como los derivados del uso de mercurio en las lámparas fluorescentes que actualmente se comercializan).
Ciro Falcony añade que, actualmente, ya existen dos patentes de la técnica en trámite, así como más de diez publicaciones sobre la investigación en revistas especializadas. “Aunque una lámpara comercial que integre esta tecnología aún no está consolidada, sin duda esa sería la conclusión óptima de la investigación”, concluye el científico.
FUENTE: www.tendencias21.net
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