domingo, 1 de abril de 2012

Crean diodos LED que consumen un 90% menos que las bombillas





Emiten luz blanca, y en su desarrollo se usaron nanomateriales y tierras raras


Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), de México, han desarrollado una tecnología de iluminación de muy bajo consumo eléctrico y de alta eficiencia, que podría suponer un ahorro energético de hasta un 90% con respecto a una bombilla incandescente convencional con la misma capacidad de iluminación. Alphagalileo/T21.



Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), de México, han desarrollado una tecnología de iluminación de muy bajo consumo eléctrico y de alta eficiencia, que podría suponer un ahorro energético de hasta un 90% con respecto a una bombilla incandescente convencional con la misma capacidad de iluminación. 

Para lograr este avance, los expertos, del departamento de Física del Cinvestav Unidad Zacatenco (en la Ciudad de México) se propusieron obtener materiales que permitieran convertir la luz de los LED´s o diodos emisores de luz azulada en emisores de luz blanca, mediante un mejor balance cromático de iluminación visible. 

Según el director del proyecto, Ciro Falcony Guajardo, los LED´s emiten luz de alta eficiencia, pero en regiones muy estrechas del espectro cromático (infrarrojos, rojos, azules, violetas y ultravioletas). Como estas emisiones no permiten una iluminación ambiental apropiada al ojo humano, el reto fue sintetizar materiales que ampliasen el espectro de luz de tales dispositivos. 

El secreto: los nanomateriales 

Con esta finalidad, los científicos desarrollaron nanomateriales (a base de óxidos metálicos como el de aluminio e itrio), integrando centros luminiscentes con elementos conocidos como tierras raras.

De esta forma, obtuvieron propiedades que permiten la combinación de los tres colores básicos que conforman la luz blanca (azul, rojo y verde). 
Al ejemplificar el desarrollo, Falcony Guajardo refirió que el resultado sería el equivalente al fósforo de aspecto blanco que se emplea en las lámparas fluorescentes, denominadas “ahorradoras o de luz fría”, y que son colocadas en el interior del vidrio tubular usado en la lámpara. 

El experto destacó que un solo LED tiene una eficiencia de 100 lumens (unidades de luz) por watt, en tanto que una bombilla incandescente eléctrica genera tan solo 11 lumens con la misma potencia. “Esto sucede porque la energía se transforma mayoritariamente en calor en el caso de la bombilla, provocando poca eficiencia en cuanto a la emisión de luz visible”, afirma el especialista. 

La tecnología del Cinvestav supone una alta eficiencia y ahorro de energía, así como una disminución de efectos ecológicamente nocivos (como los derivados del uso de mercurio en las lámparas fluorescentes que actualmente se comercializan). 

Ciro Falcony añade que, actualmente, ya existen dos patentes de la técnica en trámite, así como más de diez publicaciones sobre la investigación en revistas especializadas. “Aunque una lámpara comercial que integre esta tecnología aún no está consolidada, sin duda esa sería la conclusión óptima de la investigación”, concluye el científico.

FUENTE: www.tendencias21.net

miércoles, 29 de junio de 2011

El 60% de las luminarias serán LED´s en 2020

29/6/2011
Nacional
La tecnología LED se usa en instalaciones
interiores y exteriores./@stock.xchng
REDACCIÓN
La Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum) ha presentado el informe sobre “LED´s y su influencia en la eficiencia energética en España”, basado en encuestas a empresas que representan el 70% de la fabricación de LED´s en España.
El estudio refleja que el mercado de LED´s ha aumentado notablemente en los últimos años y se estima que el crecimiento anual medio de la tasa de facturación acapare el 24% de la facturación total del sector, aumentando hasta el 40-50% después de la crisis. Si el mercado sigue su curso, “en 2020 podrían ser LED´s el 60% de las luminarias suministradas en el mercado”, según el presidente de Anfalum, Rafael Barón Crespo.
La proyección del crecimiento de LED´s, considerados como la fuente del futuro, viene marcado por las múltiples ventajas que representa frente a las fuentes tradicionales, siempre y cuando se tengan en cuenta los criterios técnicos, la calidad del producto y la garantía del fabricante. En este sentido, el director general de Anfalum, Alfredo Berges, señala que “la eficacia de la implantación de la tecnología LED tiene que ir de la mano de fabricantes de prestigio, que son los que pueden ofrecer las garantías necesarias para realizar el cambio propuesto sin olvidar aspectos como la economía, la racionalidad y el bien hacer. Por ello, “no se pueden sustituir las lámparas tradicionales por LED´s sin una planificación previa que incluya los procesos de validación técnica realizados por firmas con profesionales cualificados que ofrecen garantías de cuanto suministran”.
Asimismo, Berges ha invitado a la utilización de productos que provengan de “empresas de calidad contrastada y con vocación de permanencia en el mercado”, alertando a su vez del “intrusismo profesional en el sector, la actividad pirata y el oportunismo, de aquellas empresas que han proliferado sobremanera en los últimos tiempos a raíz de la puesta al día de las iluminaciones públicas (Ayuntamientos) y, en general de otras aplicaciones de alumbrado, lo que merma las ventajas reales de los LED´s”.
El papel de la Administración
Por su parte, Benito Rodríguez, vicepresidente de Anfalum, ha destacado que “el papel de la Administración Pública tiene que ser ejemplarizante y no debe buscar oportunidad de negocio, sino una correcta gestión de la eficiencia energética y una buena aplicación de una nueva tecnología como es el LED”.
Según el informe de Anfalum, la vida útil de una luminaria LED es entre tres y cuatro veces mayor que las de las fuentes de luz tradicionales. “Las ventajas del consumo energético de la tecnología LED vienen determinadas por un adecuado diseño previo de las instalaciones con el que se puede llegar a una durabilidad mayor de 50.000 horas”, asegura el presidente de Anfalum, Rafael Barón Crespo.
La eficacia luminosa de los LED´s oscila entre 80/140 Lm/w (lumens por vatio) contando con un encendido instantáneo así como con la posibilidad de poder dirigir mejor la dirección de la luz y decidir su color. El coste de instalación es similar a la tecnología actual y, aunque actualmente el precio de una luminaria LED es aproximadamente entre tres y cuatro veces mayor que las tradicionales, se tiende a la baja.
La tecnología LED se usa en instalaciones interiores y exteriores, por ejemplo, en el alumbrado público, pero mayoritariamente se da en hoteles, restaurantes y cafeterías. No obstante, su uso está aumentando en el resto de establecimientos con gran tránsito de personas, como hospitales, colegios y centros comerciales.
Fuente: Redacción ambientum.com

domingo, 6 de febrero de 2011

LAMPARAS SOLARES LED MEJORAN LA CALIDAD DE VIDA EN ZONAS POBRES DE AFRICA

El proyecto se desarrolla en Kenia y próximamente llegará a otros países africanos

Un joven ingeniero de Kenia ha cambiado la vida de decenas de miles de habitantes de las comunidades rurales pobres de ese país africano, gracias al suministro de unas 15.000 lámparas solares LED producidas a partir de piezas de chatarra y tecnología de desecho. Los dispositivos cumplen una tarea vital para el desarrollo de las actividades cotidianas y laborales en áreas donde no existen las redes de electricidad. El proyecto fue iniciado en 2004, y próximamente se trasladará a Uganda y a otros países de África. Por Pablo Javier Piacente.
Gracias al desarrollo de lámparas solares LED fabricadas con materiales reciclados, un ingeniero que aún no ha cumplido los 25 años ha logrado mejorar las condiciones de vida de las comunidades más pobres de Kenia. Más de 15.000 artefactos se han distribuido desde 2004 hasta hoy, y a la brevedad el proyecto se afincará en Uganda y otras zonas del continente africano.

Evans Wadongo trabaja en sus lámparas LED de energía solar en un humilde taller de un suburbio de Nairobi, la capital de Kenia. Cuesta creer que este joven ingeniero haya cambiado la vida de tantos kenianos con su sencillo pero útil desarrollo en el campo de la iluminación. Así lo indica un reciente
artículo de la agencia AFP, que también reprodujera el sitio especializado Physorg.com.

Wadongo ha sufrido en carne propia la falta de redes eléctricas en distintas zonas de África. Creció en el oeste de Kenia, uno de los países más ricos del continente pero en el cual más de la mitad de la población vive con menos de un dólar diario. Su vista ha sido dañada en forma permanente debido al uso de lámparas de kerosene durante su formación escolar básica.

Sin embargo, su padre lo impulsó a terminar sus estudios e ingresar en la universidad. Antes de terminar su carrera en ingeniería, Wadongo se propuso mejorar las condiciones de vida de los niños en comunidades con características similares a su pueblo natal. Para este joven ingeniero, "si pensáramos en los demás antes de preocuparnos en nosotros mismos este mundo sería un mejor lugar”.

Conciencia social

A los 19 años, Wadongo desarrolló su primera lámpara solar, adquiriendo los materiales necesarios gracias a la inversión de una parte de su préstamo estudiantil. En principio solamente quería regalarle una lámpara a su abuela, sin considerar la magnitud social que tomaría posteriormente el proyecto.

Ya se han producido 15.000 lámparas desde 2004 hasta hoy, y el objetivo es llegar a las 100.000 en 2015. Según Wadongo, las lámparas no solamente tienen una función práctica en sí mismas, sino que además ayudan a sacar a la gente de la pobreza extrema. El proyecto se denomina
"Use Solar, Save Lives".

Existe un equipo de especialistas que identifica aquellas comunidades empobrecidas que dependen de las lámparas de kerosene para la iluminación de sus hogares. Una vez seleccionado un lugar, se reparten 30 lámparas a una asociación comunitaria local, habitualmente a un grupo de mujeres.

Posteriormente, se alienta a los integrantes de la comunidad a crear un fondo común con el dinero ahorrado por cada familia en concepto de combustible para lámparas. Cuando el monto de dinero acumulado crece, el grupo puede invertirlo en proyectos que favorezcan a la comunidad en general, como desarrollos en piscicultura o cría de conejos, por ejemplo.


Un camino que se abre

Al igual que el sol carga de energía a las lámparas LED de Wadongo en las precarias casas de adobe, miles de campesinos pobres de distintas zonas de Kenia buscan una esperanza que llene sus vidas. Las lámparas son algo parecido a esa esperanza, si se tiene en cuenta el incremento que suponen en cuanto a confort y, sobretodo, el importante ahorro de dinero que logran las familias con relación a las viejas lámparas de kerosene.

Por ejemplo, mientras el antiguo sistema significaba diversas molestias y posibles problemas de salud en torno al humo despedido por las lámparas, además de la necesidad de gastar importantes sumas de dinero para adquirir el combustible, con los nuevos dispositivos en base a
energía solar los niños en edad escolar pueden leer y estudiar por la noche, sin costos extras ni molestias de ningún tipo.

Por otra parte, las lámparas solares LED también han beneficiado a las comunidades nómades de África, que pueden utilizar un modelo especial diseñado concretamente para facilitar el transporte. Por otro lado, se planea también la descentralización de la producción de las lámparas, con el objetivo de emplear a jóvenes residentes en las comunidades rurales en el marco de estos emprendimientos.

Asimismo, Wadongo busca extender este proyecto de fuerte impacto social a los países vecinos, siendo Uganda el primer objetivo. Al mismo tiempo, el joven ingeniero diseña actualmente un modelo de gestión energética sostenible para aplicar en el pueblo de Nyaobe, en el oeste de Kenia, que permitirá a los residentes conectarse a una red local de energía solar y contar con acceso a Internet.

Fuente www.tendencias21.net